El guayacán, el árbol que despierta a la vida

Quito (16-01-2015).- Su nombre científico es Tabebuia Chrysantha, es un árbol originario de la zona intertropical de América. Es común en toda la geografía ecuatoriana en el rango altitudinal de 200 a 1200 msnm; es decir, crece preferiblemente en regiones cálidas como Manabí, y El Oro. En Loja, sin embargo, en el cantón Zapotillo y específicamente en las parroquias de Mangahurco, Bolaspamba  y Cazaderos, se encuentra el bosque de guayacán más vistoso que se extiende a lo largo de 40.000 hectáreas.

El Guayacán es un árbol de una media de 12 a 15 metros de altura, de tronco fuerte, compacto, recto, cilíndrico y de aproximadamente 60 centímetros de diámetro. Es considerado una de las maderas más duras y resistentes del continente americano; su corteza es de color marrón, negruzca y escamosa, su sistema radicular es grande y profundo; sus hojas son grandes con cinco folíolos, de flores amarillas.

guayacan1La madurez del capullo se da entre los meses de mayo a agosto, durante la época seca. Para el periodo de lluvias, las semillas empiezan a germinar. El crecimiento es lento, pero tiene una larga existencia. Su especie es caducifolia; es decir, que pierde las hojas en los meses más críticos del verano (julio-diciembre), por ello el bosque seco aparenta estar muerto.

Por su belleza, las flores de estos árboles se utilizan como ornamento en parques, jardines, calles y plazas. Su madera es apreciada para trabajos de carpintería, fabricación de muebles, decoraciones interiores y construcción en general. Pero esta especie es más valorada si no se tala, para que sea disfrutada por varias generaciones.

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El guayacán se diferencia de otras especies maderables porque luego de las primeras lluvias (diciembre y enero) no emite hojas sino un botón floral que al inicio es verde; pero luego de siete días su capullo se abre y sus flores se tornan amarillas, este espectáculo dura sólo de cuatro a seis días. Luego las flores caen al suelo, al igual que sus semillas, que sirven de forraje para el ganado caprino y vacuno; después de este periodo nacen unas hojas verdes, tornándose el paisaje de otro color.

Un bosque vestido de amarillo

La floración en el cantón Zapotillo, provincia de Loja, ocurre entre los meses de enero y febrero. Durante este tiempo es común observar cómo una alfombra de flores amarillas cubre el suelo del bosque cuando empiezan lentamente a caer de las copas de los guayacanes.

Este evento natural es único en el Ecuador y se da una sola vez al año, a partir de la primera lluvia de invierno; se estima que dura entre 6 y 8 días, por lo que los turistas nacionales y extranjeros se desplazan con anticipación para vivir esta experiencia única y transformadora.

guayacanes4Cuando los Guayacanes visten de un hermoso color amarillo, el bosque de Mangahurco se convierte en una selva; a las primeras lluvias acompañan los cánticos de las aves endémicas del sur ecuatoriano, es entonces el tiempo en que los pobladores del sector bailan, cantan y organizan una feria con todas sus cosechas y artesanías que han acumulado en todo el año para compartir con los turistas que acuden a presenciar el acontecimiento más enigmático de Ecuador.

Este acontecimiento natural se complementa con una caminata por el bosque de Guayacanes, con un recorrido de 5km que termina en el balneario denominado El Inca. Su gastronomía tradicional es otro atractivo, pues allí se prepara el exquisito seco de chivo, también llamado “chivo al hueco”, por su peculiar cocción bajo tierra. El seco de gallina criolla acompañado de yuca, zapallo y ensalada, y un delicioso refresco de tamarindo, fruta de la región, son otras alternativas culinarias.

guayacanes3Mangahurco se encuentra a 320 kilómetros de la ciudad de Loja y a 167 kilómetros de Arenillas, en la zona cercana a la frontera del Ecuador con el Perú y cuenta con 40.000 hectáreas de guayacanes que son celosamente cuidados por sus habitantes que ven en este tesoro natural la oportunidad de progresar mediante el desarrollo de proyectos turísticos sostenibles y conscientes, por cuanto se requiere de hasta 200 años para que esta especie alcance 15 metros de altura. Desde 1978 los habitantes de Mangahurco protegen al bosque como un verdadero tesoro, evitando la tala de este bosque seco, que une a los cantones Celica, Pindal, Puyango, Zapotillo y Macará.

El florecimiento de los guayacanes se puede observar también en 13 hectáreas de la Reserva Ecológica Militar del cantón Arenillas, provincia de El Oro.

La promoción de los guayacanes tomó fuerza hace cuatro años, aunque el evento natural se da desde hace mucho tiempo atrás.

 MYV


 

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