Nace Killari, una criatura sagrada

Quito, (14h00).- El 10 de septiembre pasado, en el zoológico de Guayllabamba, nació Killari, una polluela cóndor que promueve la esperanza de protección del hábitat natural y valida la recuperación de la población silvestre de cóndores en Quito.
Al bautizo de la cóndor bebe asistió el Ministro de Turismo, Fredy Ehlers Zurita y el Presidente de la Fundación Zoológica del Ecuador, Juan Manuel Carrión, junto a un grupo de alegres niños, que nombraron a la polluela como Killari, que en kichwa significa “Luz de Luna”.
“Auki” y “Kawsay”, macho y hembra respectivamente, son la pareja de cóndores que el Zoológico de Quito mantiene en cautiverio y que una vez más (esta es la quinta ocasión), demuestran que su encierro sí ha logrado recrear las condiciones propicias para reproducirse.
Pablo Arias, veterinario del Zoológico de Quito y su equipo de zoocuidadores, estuvieron atentos para documentar el comportamiento de los cóndores, desde el momento en que advirtieron que se produjo la monta del macho a la hembra. Entonces colocaron cámaras que iban filmando todo el acontecer diario y gracias a ellas se pudo documentar el momento preciso de la eclosión del huevo, mismo que fue encubado por ambos padres durante 55 días.
Desde que la polluela nació las cámaras registran todas sus incidencias y actualmente transmiten esa señal permanentemente a través del canal on-line del Ministerio de Turismo del Ecuador: www.amalavida.tv, señal que permite a todos ser testigos de este acelerado proceso de crecimiento, pues en su primer mes de vida la polluela duplicó su tamaño, gracias a que sus padres le llevan alimentos enriquecidos vitaminas y minerales, que el cuidado veterinario ha incorporado.
Quito es tierra de quindes y de quishuares; aves vibrantes, joyas aladas las primeras y árboles sagrados y sabios los segundos y este proceso de anidación, nos ofrece lecciones de vida, de valoración y respeto hacia nuestro patrimonio natural.
Pero Quito es también tierra de cóndores. Esta ave sagrada se encuentran en los más importantes refugios en la zona norte de los Andes y la próxima vez que usted dirija su mirada al azul cielo quiteño, no se asombre si avista la silueta enorme de rey de Los Andes surcando a gran altura; pues no solo en el Antisana, sino también en el Cerro Puntas, sobre los páramo de El Tablón, en el encañonado del Río Pisque, sobre el macizo montado del Pichincha en su antigua morada de “Condorhuachana”, en el Atacazo, en el Corazón, en los Illinizas, en el Pasachoa, en el Sincholagua, e incluso sobre la misma ciudad capital, en donde podría verse cruzar en vuelo majestuoso al Cóndor, que encarna el espíritu de la cordillera de los Andes que es la columna vertebral de América del Sur
Y si desea verlo de cerca, visite el Zoológico de Guayllabamba, catalogado como un buen espacio para aprender a reconocer la extraordinaria biodiversidad, en medio de la cual nos ha tocado la suerte de vivir.
(CMY – LTG)