Galápagos, un mundo emergido de las entrañas de la tierra

(Santa Cruz, Galápagos. 26.03.2019). Formadas por la erupción de magma generada en la profundidad de la tierra, las islas Galápagos constituyen el destino ideal para descubrir los principios que rigen la vida. Este paraíso ecológico, ubicado a 1000 kilómetros de la costa de Ecuador, ofrece a sus visitantes la oportunidad de conocer los secretos de la evolución y atesorar la naturaleza en su estado puro.

Las particularidades y características de la biodiversidad galapagueña sorprenden a quienes buscan conocer la importancia de este sitio único en el mundo. ¿Qué aspectos convierten a las islas en un destino diferente y especial? Aquí un recuento:

Las particularidades y características de la biodiversidad galapagueña sorprenden a quienes buscan conocer la importancia de este sitio único en el mundo.

Origen volcánico

Las Galápagos se asientan sobre un “punto caliente” del planeta donde el magma (roca fundida) brotó desde las entrañas de la tierra formando volcanes. Este proceso geológico dinámico originó este archipiélago, compuesto en la actualidad por 7 islas mayores, 14 islas menores, 64 islotes y 136 rocas.

Estudios científicos recientes revelan que las formaciones rocosas más antiguas de las islas tienen una edad entre 2 y 3 millones de años y están situadas en San Cristóbal, Española y Santa Fe. Las islas más jóvenes son Isabela y Fernandina con 1.5 millones de años aproximadamente y presentan actividad volcánica.

Según Sócrates Tomalá, guía especializado de Galápagos, las islas están ubicadas sobre la placa de Nazca y se mueven de oeste hacia el este a 7cm de velocidad por año. Esto hace que las islas se alejen del punto caliente, se hagan más pequeñas, erupcionen y descansen sobre la superficie del mar como montañas submarinas.

 

Corrientes oceánicas

La conformación de diversos hábitats y el afloramiento de nutrientes marinos extremadamente ricos en las islas es el resultado de la convergencia de las corrientes marinas de Cromwell, Humboldt, Panamá y la contracorriente ecuatorial del Norte. Las aguas frías peruanas/chilenas que interactúan con el flujo más cálido y menos salino de Panamá hace que especies como los pingüinos y los corales puedan coexistir en este paradisiaco lugar.

La Reserva Marina de Galápagos posee uno de los entornos oceánicos más dinámicos y singulares del mundo donde habitan más de 3500 especies, de las cuales el 23% son endémicas. Por ejemplo, en sitios como el Canal Bolívar, ubicado entre la isla Isabela y Fernandina, es común observar especies de marinas migratorias como las orcas, delfines, ballenas y otras.

 

El arribo de las especies

Las aves y plantas cuyas semillas se dispersan con el viento, posiblemente fueron las primeras en llegar a este paraíso de manera natural. Los reptiles, gracias a su capacidad de soportar largos periodos sin alimento ni agua, llegaron sobre troncos o balsas de vegetación, que fueron acarreadas por las corrientes marinas.

El aislamiento es uno de los aspectos más importantes para que las islas sean únicas, la ubicación geográfica ha permitido que las especies atraviesen por largos procesos evolutivos.

Las Galápagos tienen un alto grado de endemismo, es decir poseen especies que no se encuentran en ninguna parte del planeta. Según cifras del Ministerio del Ambiente, el 32% de la flora y el 60% de la fauna que habita en Galápagos es considerada endémica. Las tortugas gigantes, pinzones, cactus endémicos, iguanas marinas y terrestres son algunos ejemplos de especies representativas del archipiélago.

Para Paola Díaz, de la Fundación Charles Darwin, el renombre internacional de Galápagos hace que científicos de todo el mundo lleguen a las islas a realizar diversos estudios. Los resultados de las investigaciones permiten proveer conocimiento y apoyo para asegurar la conservación del ambiente y la biodiversidad del Archipiélago.

Su origen volcánico, ubicación geográfica y gran porcentaje de endemismo, sin duda alguna hacen de las Islas Encantas el sitio ideal para conectarse con la naturaleza. El Ministerio de Turismo del Ecuador invita a los turistas nacionales y extranjeros a explorar las islas y comprometerse con el cuidado y protección de este prístino territorio reconocido por la Unesco como el primer Patrimonio Natural de la Humanidad.