Arte Rupestre, un atractivo turístico del cantón Archidona, provincia de Napo

Quito (08-05-2013).- La región amazónica ecuatoriana, es una zona extremadamente diversa y fascinante. Diversa, no sólo por su enorme variedad de plantas, insectos, peces y aves, sino también por su variedad de hábitats, paisajes y fascinante por su gran riqueza cultural. La Amazonía es un lugar único  en el planeta en el cual los turistas podrán admirar la belleza y riqueza faunística en cada rincón de este lugar.

La Amazonía esta comunicada por las vías Tena – Baeza – Quito y Tena – Loreto – Coca, además se puede acceder por la vía Ambato – Baños – Puyo – Tena; localizada al nororiente del Ecuador, en el costado occidental de la provincia de Napo, cruzada por las vías Quito‐Tena y Tena‐Coca.

Si se utiliza la vía Quito-Tena, en el camino se ubica el cantón Archidona, que se encuentra a 170 kilómetros de Quito y a 8 kilómetros de la ciudad de Tena. Archidona, cuenta con los paisajes y zonas de vida más hermosos e inigualables de la Amazonía ecuatoriana, se encuentran hasta seis ecosistemas vitales: desde el bosque húmedo tropical, hasta el bosque pluvial montano y de páramo (volcán Sumaco); con sus respectivas especies de flora y fauna, la mayoría de ellas endémicas, es decir, únicas en la zona.

Petroglifos del Alto Napo

En el barrio San Agustín en la ciudad de Archidona, hay una inmensa piedra con gran cantidad de figuras extrañas que es parte de una importante área arqueológica de la Amazonía ecuatoriana, también conocido como “El Valle Sagrado de Cotundo” por la gran cantidad de petroglifos que ahí se encuentran, además de otros vestigios arqueológicos de culturas que se remontan hasta 10.000 años antes de Cristo.

Los primitivos habitantes de este sector de la Amazonía, esculpieron glifos en decenas de piedras volcánicas, que contienen distintos dibujos, líneas, espirales y figuras geométricas en movimiento, dejando para la posteridad su hermoso arte rupestre.

Una de las hipótesis sugiere que pudieron ser inspirados por el yagé o ayahuasca, psicotrópico que es utilizado hasta la actualidad por los Chamanes o Yachac de la zona.

Actualmente, es un privilegio poder visitar estos lugares ancestrales y descubrir con tiza blanca sus figuras, es como revivir la energía ancestral y tener contacto con el mundo desconocido.

En el campo de la arqueología son relativamente muy pocos los estudios realizados en esta área, pero este mismo hecho lo hace más interesante. Se le conoce con el nombre de petroglifos o arte rupestre. Son figuras  talladas en piedras, usualmente representan imágenes geométricas, antropomorfas, zoomorfas o abstractos.

Desde una perspectiva artística, los petroglifos son el medio ideal para dejar mensajes para el futuro. Solo depende de las personas con carácter investigativo descubrir sus mensajes. Existen varios petroglifos en diferentes lugares del país.

Al desempolvar piedras mágicas y misteriosas, se descubre un lenguaje perdido en el tiempo. No existen datos escritos o archivos concretos sobre sus significados. Representa un gran desafío interpretar su simbolismo, este arte secreto fue realizado hace cientos o miles de años atrás.

La Amazonía ecuatoriana, considerada como un tesoro natural por la riqueza que contiene, es una de las últimas regiones de la Tierra que, por sus altos niveles de diversidad biológica y cultural, está considerada como área estratégica para la conservación y es el hogar de varias grupos indígenas, cada uno con sus rasgos característicos, como idioma, costumbres y hasta su propia cosmovisión. Descubrir la Amazonía Ecuatoriana, es Amar la Vida.

 (FRL/LTG)


 

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