(Quito.Pichincha.21.12.2017).- En este hermoso paraíso viviente, localizado a casi 1000 km del continente ecuatoriano, los galapagueños realizan las tradicionales posadas, que consiste llegar con la imagen del niño Dios a  diversas casas para el rezo de la Novena.

Esta es una tradición que se la realiza en horas de la tarde y  noche desde el 16 al 24 de diciembre. La población se reúne en la iglesia para trasladarse a la primera casa donde iniciará el rezo y durante el recorrido va entonando los más tradicionales y conocidos villancicos, acompañados de pitos y panderetas que están a cargo de los niños.

A esto se suma los pesebres vivientes representados por  chicos y grandes, la entrega de regalos y de confites por parte de instituciones públicas y privadas de la Provincia Insular de Galápagos, iluminación de árboles gigantes, convirtiendo así  a la Navidad en una verdadera fiesta de hermandad y regocijo.

Un paraíso natural único en el mundo

 ¿Se imagina caminar entre tortugas gigantes, lobos marinos, y aves exóticas? Esto solo lo logrará en el archipiélago de Galápagos conocido como las islas Encantadas y laboratorio natural único en el mundo,  ubicado a 972 km de la costa continental ecuatoriana.

Galápagos es uno de los principales atractivos turísticos del Ecuador que abre sus entrañas para mostrar su fascinante evolución de flora y fauna, en un entorno semejante a un espectacular paraíso viviente; por su particularidad única son también consideradas como “savia vivificante para el espíritu y un destino turístico donde el horizonte se pierde en el infinito”.

Galápagos es uno de los parques nacionales más importantes de la tierra. Cuenta con 13 islas principales, seis  islas menores y decenas de islotes de origen volcánico. Este archipiélago protegido en el 97% de su territorio y ubicado a casi mil kilómetros de la costa ecuatoriana se caracteriza por sus playas de arena de varios colores, bosque de cactus, reservas de tortugas gigantes; llaman la atención los flamingos rosados,  la fragata real y común, piqueros enmascarados; los pingüinos, los albatros,  los pinzones, iguanas y lobos marinos, entre otros.

El Archipiélago fue la inspiración del científico Charles Darwin que visitó las islas en 1835 y estudió las diversas especies de las islas, especialmente los pinzones y las tortugas, concluyendo que estas especies habían evolucionado de distinta forma en cada isla. Las islas son un laboratorio viviente de especies de animales que no existen en otro lugar del planeta. En 1978, fueron declaradas por la Unesco Patrimonio Natural de la Humanidad.